20 abril, 2024

CUARTO LIBRO Hoy: Arthur Rimbaud

Cuarto libro: Arthur Rimbaud, “Una temporada en el infierno”

Por Hernán Lasque

“Yo debería tener un infierno para mi cólera, un infierno para mi orgullo, y el infierno de las caricias; un concierto de infiernos”
En 1871 se presenta en París, a sus 17 años, Jean Nicolas Arthur Rimbaud. El niño prodigio, el Fauno maldito.
Después de “Las flores del mal” y de las traducciones de las obras de Edgar Allan Poe que compuso Baudelaire, entre 1855 y 1857 cuando saldría la edición definitiva de Las flores del mal, el romanticismo francés se lanzó a caminos no explorados hasta entonces. El tono parnasionista se terminará por difuminar en las sensaciones del simbolismo. Es en esta franja del tiempo romántico donde se erigirá la figura de Verlaine, primero, y la de Rimbaud enseguida, como los más “frágiles y hasta enfermizos” , los más dañados por su época, a la vez que, o precisamente debido a ello, los más “puros poetas simbolistas”. Rimbaud y Verlaine (no nos detendremos aquí en sus privacidades púb(l)icas, harto fantaseadas) son quienes propondrán desde su poesía, su poética, su estética, “que no se mineralice la idea” (nada de verso oracular, sálmico, taxativo) sino que van a “fluid-izarla”, atomizarla una vez dicha, volverla al caos del que provino. Es Rimbaud, el poeta simbolista de poesía y actitud transgresiva, que siembra lo que el surrealismo y todas las posteriores generaciones tomarán para sí, para su propio deseo, su propia poética.
Arthur Rimbaud, nació en Chauleville, en 1854, y murió en Marsella, en 1891, a los 37 años. Su existencia lírica y salvaje duró 6 años, de 1871 a 1876, cuando decidió salirse para ya no regresar, físicamente, de la escena y la escritura literaria. Sus últimos 15 años de vida fueron su odisea personal, su gesto maldito, su devenir fauno. Poco se conoce y mucho se teje, de aquél período en el telar de su existencia física. La muerte lo hallará desconocido, siendo extraño, un anónimo con un cáncer en la rodilla derecha que lo obligaría a perder la pierna antes de morir. Se encontraba en Marsella, a punto de embarcar hacia Etiopía, cuando debió ser internado de urgencia. Murió el 10 de noviembre de 1891.

*Bibliografía de consulta, disponible en Biblioteca Central de la UNCo.: EL ROMANTICISMO LITERARIO EUROPEO, de Antonio Moro. Biblioteca Nueva, Madrid 1959-
Promoción de la lectura. Sección “Cuarto Libro

 

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